PROPÓSITO DE LA EDUCACIÓN Purposed[ES]

Antes de empezar a hablar del propósito de la educación estaría bien especificar su definición, pues no se puede hablar sobre nada que no se conoce. Actualmente es muy común confundir educación con enseñanza o utilizar los términos como sinónimos y por ello creo conveniente aclarar su definición.

Educación puede definirse como proceso de transmisión y asimilación de conocimientos y valores, de socialización de los individuos, y como proceso de acercamiento hacia una cultura y una moral (y concienciación hacia las mismas).

Dos aspectos fundamentales de la educación:

1. Que es un proceso continuo que se produce a lo largo de toda la vida, nunca se  deja de educar a los demás ni de educarse a sí mismo.

2. Que la educación está compuesta de dos partes según sus raíces latinas (educare y educere); una, la que debe ser impartida y otra la que uno mismo se imparte e interioriza por voluntad propia sin ayuda externa.

Una definición que me gusta mucho es la que da Skinner, un psicólogo estadounidense bastante conocido, que dice que "educación es lo que sobrevive cuando se olvida lo que se ha aprendido".

Por otro lado enseñanza es la acción y efecto de enseñar, instruir o adoctrinar (acción de dar a conocer una serie de conocimientos y/o reglas).

Respecto al propósito de la escuela, la visión general de la gente no creo que sea muy acertada, pues por desgracia se suele pensar que la misión de las escuelas es enseñar y hacer que los niños aprendan por encima de todo. Desde mi experiencia como alumna y estudiante creo muchas veces se olvida que su principal función es educar personas y no hacer que absorban información (en su mayoría inútil si no se transforma después en conocimiento). Saber qué se propone la educación es tan importante porque ahí está la base para que haya buena educación.

Dicho esto ya podemos entrar en el tema inicial: ¿qué propósitos persigue la educación?

Se puede afirmar que la educación persigue muchos y muy variados fines debido a que no existen dos opiniones exactamente iguales. A lo largo de la historia grandes personajes han dejado su huella en este ámbito, como por ejemplo:

Platón - dar al alma y al cuerpo toda la perfección de la que son capaces.

Santo Tomás -  conducir al individuo a su estado perfecto (estado de virtud).

François Rabelais - formar al hombre completo, diestro en el trabajo y en el ingenio.

Stuart Mill - acercarnos a la perfección de nuestra naturaleza.

Lochner - proporcionar una ayuda para la vida personal, una incorporación a la vida en grupo y una transmisión de la cultura en grupo.

Y así podríamos seguir hasta nuestros días. Aunque es lógico pensar que la educación del siglo XXI tendrá unas metas distintas a las de hace tantísimos siglos, se puede demostrar que hay aspectos que coinciden como la búsqueda del perfecionamiento humano.

Para terminar desde mi punto de vista el propósito principal de la educación es:

formar a las personas para que puedan desenvolverse de la mejor manera y por sí mismas en su vida personal dentro de la sociedad.

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